viernes, 20 de septiembre de 2013

Artículo de Ana Gutiérrez para el boletín "El Loro de AVA" sobre "Formas de hablar de las madres de los mineros mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie"



La puesta en escena y la otra escena*

El domingo 15 de septiembre, se estrenó en el teatro El Núcleo de la ciudad de La Plata la obra Formas de hablar de las madres de los mineros, mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie, del grupo Didascalia teatro, dirigida por la actriz, docente y directora platense Carolina Donnantuoni y con la excelente actuación de: Victoria Hernández, Leonardo Basanta y Verónica Carlé.
Esta obra de teatro, del dramaturgo Daniel Veronese, escrita en el año 1994, es considerada en su trayectoria creativa, una micropoética expresionista, es decir como un rasgo poético de un texto particular, considerado en su singularidad. Se entrelazan y se confrontan en la puesta en escena el mundo de la empiria (extratextual) y el mundo dramático (intratextual) y emergen metafóricamente puntos de contacto generados por la subjetividad del autor.
La primera escena muestra una oficina, con dos pilas de expedientes que hacen de escritorios, en la que un hombre (Gutiérrez) y su secretaria reciben a Isabel, señora de 60 años que se presenta porque ha recibido una citación  (ya ha recibido otras). Reclama saber de que se trata recibiendo como respuesta que debe esperar. Gutiérrez y la secretaria poseen información, saben muy bien quien es ella, pero ella no los conoce. Los espectadores no tienen información, pero intuyen que algo siniestro esta en juego. Las iniciales sospechas de Isabel se van diluyendo ante la necesidad de creer, a partir de las esperanzas vanas que le dan hablándole de su hijo Luis, a quien no ve hace 12 años, desde que empezó a trabajar en la mina. Mina que esta ubicada al lado de la oficina y con la que están en permanente comunicación, pero a la que no se puede entrar por los laberintos que llevan a no poder regresar jamás. Hacen aparición en la escena la Dra. Molinari, su enfermera, que dice ser la novia de su hijo, su inexistente marido (es viuda), que la ultraja y Gutiérrez padre, dejando entrever que Luis esta abajo en la mina. Todo transcurre en un clima de violencia e ironía. Terminan engañando a Isabel que por su credulidad, sigue a un falso hijo, que ante la repetición de los significantes “mama” e “hijo”, como señuelo, consigue arrastrarla a las profundidades de la mina, remitiendo a un sepultamiento trágico, como un sueño o mejor dicho pesadilla del autor, inspirada en la historia reciente de nuestro país.
A partir del malentendido, de lo imposible de decir, se testimonia un malestar donde hay un goce en juego en escena, que se desplaza al público emergiendo lo siniestro actualizado por significantes pasados, que salen a la luz, de la época de la dictadura Argentina, de ser secuestrado,
“desaparecido”. Dirá Germán García: “Que exista algo extraño no tiene porque ser inquietante pero, si esta familiarmente ligado, eso es inquietante. El trauma no es algo extraño que se enquista, sino algo familiar que se ha vuelto extraño en el encuentro con un acontecimiento exterior”.Aquello que a la vez es extraño e íntimo. Aquello que Lacan llamó extimidad, elemento extraterritorial, dentro del propio territorio.
Esta historia ficcional, es como la otra escena, la del inconsciente, que a través de sus efectos, como el sueño, como el chiste, el lapsus o el síntoma, despiertan múltiples significaciones y resonancias, en su materialidad significante a través de la fantasía, como resto de un estilo singular.
Dirá Enrique Acuña: “(…) hay un avance que propone la enseñanza de Lacan en la medida en que promueve una inversión: la concepción del arte como objeto causa de la interpretación, que hace al público y no al autor un sujeto”


*Comentario sobre la obra teatral “Formas de hablar de las madres de los mineros, mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie”, de Daniel Veronese, dirigida por Carolina Donnantuoni. Directora centrada en el campo de la producción escénica e investigación de diferentes dramaturgias. Docente en la ETLP, actriz y directora nacional e internacional, gestora y organizadora de encuentros de teatro y danza en Argentina y España, trabaja desde el 2001 en Hierba Roja Teatro, grupo independiente del que es fundadora.

Ana Gutiérrez
Lic. en Psicología. Miembro de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata (APLP)
Coordinadora del Área Virtual Analítica (AVA) y de su boletín virtual El Loro de AVA

Artículo publicado en la edición número 14 de el boletín virtual "El Loro de AVA". El boletín completo: http://issuu.com/aplp/docs/el_loro_de_ava_n___14-_septiembre_2