La puesta en escena y
la otra escena*
El
domingo 15 de septiembre, se estrenó en el teatro El Núcleo de la ciudad de La
Plata la obra Formas de hablar de las
madres de los mineros, mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie,
del grupo Didascalia teatro, dirigida por la actriz, docente y directora
platense Carolina Donnantuoni y con la excelente actuación de: Victoria
Hernández, Leonardo Basanta y Verónica Carlé.
Esta
obra de teatro, del dramaturgo Daniel Veronese, escrita en el año 1994, es considerada
en su trayectoria creativa, una micropoética expresionista, es decir como un rasgo poético de un texto particular, considerado en su singularidad. Se entrelazan y se confrontan en la puesta en
escena el mundo de la empiria (extratextual) y el mundo dramático
(intratextual) y emergen metafóricamente puntos de contacto generados por la
subjetividad del autor.
La
primera escena muestra una oficina, con dos pilas de expedientes que hacen de
escritorios, en la que un hombre (Gutiérrez) y su secretaria reciben a Isabel,
señora de 60 años que se presenta porque ha recibido una citación (ya ha recibido otras). Reclama saber de que
se trata recibiendo como respuesta que debe esperar. Gutiérrez y la secretaria
poseen información, saben muy bien quien es ella, pero ella no los conoce. Los
espectadores no tienen información, pero intuyen que algo siniestro esta en
juego. Las iniciales sospechas de Isabel se van diluyendo ante la necesidad de
creer, a partir de las esperanzas vanas que le dan hablándole de su hijo Luis,
a quien no ve hace 12 años, desde que empezó a trabajar en la mina. Mina que
esta ubicada al lado de la oficina y con la que están en permanente
comunicación, pero a la que no se puede entrar por los laberintos que llevan a
no poder regresar jamás. Hacen aparición en la escena la Dra. Molinari, su
enfermera, que dice ser la novia de su hijo, su inexistente marido (es viuda),
que la ultraja y Gutiérrez padre, dejando entrever que Luis esta abajo en la
mina. Todo transcurre en un clima de violencia e ironía. Terminan engañando a
Isabel que por su credulidad, sigue a un falso hijo, que ante la repetición de los
significantes “mama” e “hijo”, como señuelo, consigue arrastrarla a las
profundidades de la mina, remitiendo a un sepultamiento trágico, como un sueño
o mejor dicho pesadilla del autor, inspirada en la historia reciente de nuestro
país.
A
partir del malentendido, de lo imposible de decir, se testimonia un malestar
donde hay un goce en juego en escena, que se desplaza al público emergiendo lo
siniestro actualizado por significantes pasados, que salen a la luz, de la
época de la dictadura Argentina, de ser secuestrado,
“desaparecido”. Dirá
Germán García: “Que exista algo extraño no tiene porque ser inquietante pero,
si esta familiarmente ligado, eso es inquietante. El trauma no es algo extraño
que se enquista, sino algo familiar que se ha vuelto extraño en el encuentro
con un acontecimiento exterior”.Aquello que a la vez es extraño e íntimo.
Aquello que Lacan llamó extimidad,
elemento extraterritorial, dentro del propio territorio.
Esta
historia ficcional, es como la otra escena, la del inconsciente, que a través
de sus efectos, como el sueño, como el chiste, el lapsus o el síntoma,
despiertan múltiples significaciones y resonancias, en su materialidad
significante a través de la fantasía, como resto de un estilo singular.
Dirá
Enrique Acuña: “(…) hay un avance que propone la enseñanza de Lacan en la
medida en que promueve una inversión: la concepción del arte como objeto causa
de la interpretación, que hace al público y no al autor un sujeto”
*Comentario
sobre la obra teatral “Formas de hablar de las madres de los mineros, mientras
esperan que sus hijos salgan a la superficie”, de Daniel Veronese, dirigida por
Carolina Donnantuoni. Directora centrada en el campo de la producción escénica
e investigación de diferentes dramaturgias. Docente en la ETLP, actriz y
directora nacional e internacional, gestora y organizadora de encuentros de
teatro y danza en Argentina y España, trabaja desde el 2001 en Hierba Roja Teatro,
grupo independiente del que es fundadora.
Ana Gutiérrez
Lic.
en Psicología. Miembro de la Asociación
de Psicoanálisis de La Plata (APLP)
Coordinadora
del Área Virtual Analítica (AVA) y de
su boletín virtual El Loro de AVA
Artículo publicado en la edición número 14 de el boletín virtual "El Loro de AVA". El boletín completo: http://issuu.com/aplp/docs/el_loro_de_ava_n___14-_septiembre_2